Mira que es simple, y no se me hubiera ocurrido nunca. Son los típicos lazos, pero una vez colocados parece que llevas realmente un murciélago en la cabeza, y siendo negros van con todo. ¡El mío se llama Murphy! (Murphy el murciélago, que rima).
Hice dos chiquitillos para un intercambio, muy salaos también.
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